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ISSN 1989-4163

NUMERO 65 - SEPTIEMBRE 2015

"One Love", el Sicario del Desierto

Julio Soler

 

“I believe in one love, in one love” MASSIVE ATTACK

 

En una cama disfrazados, camuflados pero desnudos, bajo un lujoso dosel bordado con motivos de la batalla de las Termópilas. Justo en la mitad equidistante entre la declaración de guerra y el armisticio, existe un espacio temporal donde se fuma, se reflexiona, se obsequian dudas, se proponen incertidumbres y se ejecutan los deberes en silencio, antes de amar otra vez. Es en este preciso e intransferible momento que suena el teléfono negro oscuro de la mesita de noche. La noche tiene sus mesitas específicas y las mesitas sus teléfonos de noche correspondientes.

-Estas son las órdenes. Elimina a lo que amas y ella, lo que amas, está a tu derecha esperando más veces de lo que hay a su izquierda. Muchas más. Hasta la desintegración. A partir de ahora te llamarás One Love , sin apellidos, en honor a la canción de Massive Attack, la cual será la banda sonora del cortometraje qué tienes que hacer y contarle si como pienso aunque me sea indiferente, quieres evadir tu misión encomendada y salvarla a ella y a ti, One Love. Este es el borrador del guión con sus instrucciones:”EXTERIOR DIA. Lo primero y primordial, despréndete de la camisa de serpiente del desierto del disfraz que llevas, pues hacia allí vas, a atravesarlo. Pero lleva esa camisa en la mano, te hará falta. Vacía todas tus cantimploras e hidrátate con su recuerdo. La sed es solo un estado temporal antes del premio. Coge el talismán con el medallón de Sol abrasador que está debajo del felpudo de la entrada, rodea tu cuello con él y sal. Camina los once metros hasta llegar al punto de penalti. Sí, ya puedes leer el cartel de ´Bienvenido al desierto,no especule´. Ya todo empieza porque necesita acabarse. Al principio y con el ticket de entrada en el bolsillo, verás un sendero en forma de embudo invertido, que te llevará de la nada a la inmensidad de la nada. Con mucha arena, eso sí. Un poco más hacia adelante hay un señor con traje de Armani gris marengo, girando sobre sí mismo en dirección contraria a las manecillas del reloj. No le hagas caso. Ha perdido la noción del tiempo y girando sobre sí mismo hacia su izquierda, quiere retrotraerse a un pasado quizás feliz, pero sin duda pasado. Los primeros cien metros son los peores, porque todavía se puede ver tu casa y las tentaciones se multiplican en progresión geométrica. Tú sigue, sigue, sigue, sigue, sigue…¿Ves? Ya has recorrido los primeros cien metros. No es tan difícil. Es fe, disciplina, conveniencia y cumplir objetivos. Ahora toca el oasis. En el arroyo con sus ninfas y nenúfares, llena las cantimploras y vuélvelas a vaciar sobre la base de las palmeras y sus dátiles caídos. Ya comienzas a redimirte. Las ninfas se despiden con un pañuelo mojado de nostalgia. Les has caído bien. No caigas tú en tentaciones, pero correspóndelas. Di adiós, no hasta la vista. Por cierto, llevas gafas de sol. Quítatelas, atravesarás mejor el primer espejismo que viene ahora. La luz cegadora solar te guiará. Es la sombra de un zorro del desierto ofreciéndote salazones de pescado proyectándose bajo una planta crasa: un aloe vera. Restriega tus extremidades contra él y regenera tu piel de sicario. Vamos, no te de vergüenza serlo. La debilidad nos hace humanos. Los espejismos sacan lo mejor de nosotros mismos cuando los superas con verdad. Pero todavía puedes ver tu casa. Sigue andando. Lo que viene en estos siguientes 100 metros no tiene importancia. Castillos de arena habitados. Lagartos expuestos al sol al estilo José Angel Valente y dispuestos en filas de a ocho por orden alfabético. Ecos de plegarias y gemidos de tuaregs siempre de luto negro por perder su vocación nómada años atrás. Lo normal. No hagas polaroids en plan carpe diem, tienes que pasar sed y no disfrutar el momento. Sed. Sed. Sed. Todavía se atisba tu casa. En todo caso, pasemos al Oráculo que disipa todas las dudas. Te preguntará :`¿Y tú qué quieres´ y tú le contestarás: `Redimirme y beber, por este orden´´, a lo que él sentenciará :`Si estás seguro del orden, cosa tuya es. El siguiente´. Descansa dos minutos de reloj de arena. EXTERIOR DIA EN STAND BY….Ya.

Pues…ahora… toca espejismo, creo que será el último, te veo también ya sin camuflaje. Eso es bueno. Cien metros hacia adelante….El Sol se está crepusculando. Es hora de aligerar. EXTERIOR CASI NOCHE. También te digo que en este corto iniciático de redención no cuentan los errores ni de script ni de racord, por esa parte tranquilo. Lo importante es el fondo, que aprendas a separar lo que es la sed y tener sed. Tu casa sigue ahí ¿Ves aquel surtidor techado con luces de neón languideciendo y temblequeando porque no saben distinguir si empieza la noche o acaba el día? Para y pregunta al señor del mono azul si puedes repostar. Ya sé, te preguntas repostar qué y el qué. En este caso y haciendo un juego de palabras, este surtidor no es para surtir, es para que surta efecto. Eres tú, quien va a repostarle a él, cediéndole tu camisa de serpiente que llevas en tu mano izquierda, la de los pensamientos gratuitos y arbitrarios. Paga de palabra y esta vez corres otros cien metros, esta vez no huyendo si no alejándote. Alejándote, caminando, recorriendo, repostando pero sin hacerlo, derramando agua, saludando ninfas, molestando oráculos, conociendo lo que realmente es la sed, intentando hacer polaroids y escuchar ecos pasados, has conseguido en círculos concéntricos no salir de la órbita de tu casa. Lo que se dice rodearla, dar una vuelta. Cien metros siempre, tú sí, en dirección de las manecillas del reloj iniciándote a tu redención, no has hecho más que acercarte de nuevo a donde sigue ella, tu misión. EXTERIOR NOCHE. Vuelve a dejar el talismán debajo del felpudo y cuéntale este corto y acaba la noche como ella quería y deseaba una y otra vez…INTERIOR NOCHE.

-¿Qué haces desnudo, sin disfraz ni camuflaje?

-Dando una vuelta.

-Yo tampoco he parado de dar vueltas a la cama, esperando que acabaras lo que empezaste. Me he quitado yo también el disfraz y el camuflaje.

-Tengo que contarte un corto.

-Sí, ya.

-Verás, sonó el teléfono por la noche, se hizo de día en plan EXTERIOR DIA….y eso es todo.

-Siempre. Siempre serás mi sicario del desierto. Acaba hombretón. I believe in One Love.

 

 

 

Matisyahu

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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